Como sabéis, actualmente existen muchos tipos de baberos en el mercado. Así como de diferentes materiales, largos y formas ya que, cada uno cumple con una función determinada según la edad y el momento.
Se usan básicamente, para proteger la delicada piel de vuestro peque, así como su ropa de la comida, la saliva o la baba.
Y os advierto, será uno de los complementos que más uséis durante los primeros años de vida de vuestro peque. Así que, ¡¡¡nunca son demasiados!!!.
Básicamente se dividen en dos funciones:
- Baberos para comer: a partir de los 6 meses ya debéis iniciar con la alimentación complementaria o BLW y, durante esta etapa el uso de baberos largos e impermeables o baberos de silicona de grado alimenticio son los más recomendados ya que, ambos son fáciles de lavar y evitarán que vuestro peque ensucie su ropa y en el caso de los fabricados con silicona, tiene un bolsillo que recoge la comida que se cae y tu propio peque puede cogerlo con su manita para llevárselo a la boca.
- Baberos para babas: son baberos cortos que se usan básicamente para recoger las babas de los primeros meses de vida de tu peque y así evitar irritaciones en su delicada piel. Los más recomendados son los fabricados en algodón y que tengan un broche o velcro, evitando los de cinta de amarrar para no generar daños o lesiones en el cuello del bebé.
Una vez que uséis el babero es importante lavarlo y secarlo correctamente y jamás, dejar a vuestro peque que se duerma con el.
En el próximo blog os estaré comentando de cómo debéis lavar y cuidar la ropa y complementos de vuestro peque. Os animo como siempre a dejarme vuestro comentario y a seguirnos en Instagram, Facebook y Twitter para no os perdáis de nada. ¡Hasta la próxima!.
¡Amapuches para ti y para tu peque!.