El sueño de todos los padres es que nuestros hijos no se peleen, pero sabemos que esto no va a pasar por muchas razones: la inmadurez de nuestros hijos, los celos infundados, competencia, etc.
Pero si podemos lograr que haya una relación armoniosa y saludable entre ellos, es decir, que convivan con respeto, que sean amables y que demuestren su afecto el uno por el otro.
Ante la presencia de un conflicto o pelea, nuestro objetivo primordial como padres es dejar de hacer lo siguiente:
- Intervenir.
- Reñir.
- Castigar.
Entonces os estaréis preguntando: ¿y qué hacemos?. Bueno lo más aconsejable es:
- Confiar en nuestros hijos: ellos pueden resolver el problema pero debemos tener paciencia. Sin embargo, si el conflicto llega a extenderse podemos intervenir con mensajes como: "Vaya, aún seguís peleando" o "Vamos, seguro podéis llegar a un acuerdo".
- Observar sin intervenir: sin que los peques se den cuenta, a menos que haya algún tipo de agresión física.
- Cuando sea necesario intervenir: soltar frases como "Estoy seguro que podéis llegar a un acuerdo". Este tipo de frases le genera confianza a los peques de que sí podrán solucionarlo.
- Finalmente, hacer refuerzo positivo de la situación; debemos felicitar a nuestros peques cada vez que logren resolver el conflicto por sí solos.
Es primordial que, los padres actuamos como un verdadero equipo ante los conflictos de nuestros peques dejando que ellos resuelvan sus diferencias e interviniendo, con una frase, sólo en el caso que sea necesario.
En el próximo blog estaré hablando de la tabla de recompensas y sus beneficios. Recuerden seguirnos en nuestras redes sociales. ¡Hasta la próxima!.
¡Amapuches para ti y para tu peque!.