Con las subidas de las temperaturas se hace necesario que nuestros peques se mantengan frescos e hidratados.
En blogs anteriores, os he comentado la importancia de usar siempre tejidos naturales para vestirlos ya que por un lado, evitan irritaciones en su delicada piel y por el otro, los mantiene secos y frescos.
También proteger su delicada piel con protectores solares recetados por el pediatra. Pero esto no es suficiente, sobre todo en épocas de primavera y verano, donde las temperaturas pueden llegar hasta los 50 grados centígrados (¡y hasta más!).
Podemos hidratar a nuestros peques de dos formas:
- A través de las comidas.
- A través de la ingesta de líquido.
¡PERO ALTO!, si vuestro peque es un lactante de menos de 6 meses no es necesario hidratarlo con algo adicional que sea su leche (materna o de fórmula). Lo que podéis hacer es, ofrecerle más tomas durante las épocas de más calor.
En cambio, si vuestro peque ya tiene 6 meses y recibe alimentación complementaria, es importante que lo hidrates ofreciéndole agua y en este aspecto la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria nos recomienda:
- 800-1000 mililitros para bebés de 6 a 12 meses.
- 1100 a 1200 para bebés de 12 a 24 meses.
Pero como os comentaba, vuestro peque también puede hidratarse a través de los alimentos. Ofrécele más frutas y verduras durante este período, además es muy saludable.
A partir de los 12 meses es importante que, sigáis reforzando el hábito de beber agua ya que, la hidratación no sólo es fundamental para la salud si no para la vida. Además de ser económica y fácil de conseguir.
En el próximo blog os estaré comentando de cómo lograr que el bebé duerma más. ¡Anímate a dejarme tus comentarios o experiencias!. ¡Hasta la próxima!
¡Amapuches para ti y para tu peque!.