En el pasado, era normal que ante la desobediencia de un niño o su mal comportamiento éste fuese castigado. Este tipo de castigos, generalmente privativos como no hay tele, no hay juguetes, no hay salidas, en realidad no suponen un verdadero esfuerzo real de parte de tú niño ya que, dichas privaciones podían sustituirse con otra actividad.
Sin embargo, la consecuencia educativa, si requerirá un esfuerzo por parte de él ya que, no sólo le ayudará a autocontrolarse si no que también para que la próxima vez que haga aquello que esta mal, se lo pensará dos veces.
Estas consecuencias deben ser inmediatas, no pueden postergarse y no deben tampoco extenderse en el tiempo. Son consecuencias de ese día y momento específico.
A continuación, te muestro algunos ejemplos de consecuencias educativas:
- Si no ha hecho sus deberes por la tarde a la hora correspondiente: al día siguiente levanta a tu hijo más temprano para que los haga.
- Si no ha querido ducharse antes de ir al cole: al llegar a casa utiliza el tiempo que usa para jugar para ducharlo y si, por el contrario no ha querido ducharse al llegar del cole levántalo más temprano para ducharlo antes de ir al cole.
- Si jugando tira algún juguete de forma repetida porque algo no le sale como quiere: retírale el juguete y guárdalo por un tiempo y pídele que se vaya a su cama para crear un período de reflexión.
- Si no viene a cenar después de llamarle muchas veces: explícale que por haber tardado se ha quedado sin postre.
- Si pinta la pared de alguna habitación: indícale que debe limpiarla.
La clave de todo es la paciencia y no olvides repetir de forma amable tanto la norma como la consecuencia, para ayudarle a poner en práctica la conducta deseada,
En nuestro próximo blog hablaré de cómo ayudar a tu hijo a usar el orinal. No te olvides de comentar qué te ha parecido el blog. Hasta la próxima!.
¡Amapuches para ti y para tu peque!