¿Os suena esto?: "Para que mi hijo me escuche tengo que negociar, suplicar, GRITAR y amenazar. Al final nos perdemos el respeto y es una batalla diaria y sin fin". ¿A qué sí?.
Para lograr que vuestro peque os escuche y finalmente termine obedeciendo y respetando, lo primero que hay tenéis que hacer es, olvidaros de negociar, suplicar, GRITAR y amenazar. Como os había comentado en un blog anterior, desobedecer es algo natural en los niños y forma parte de su desarrollo.
Luego, debéis agacharos a su nivel, con voz calmada llamarlo por su nombre, mirándolo a los ojos, colocando vuestras manos en sus hombros e indicarle con una instrucción de sólo DOS PASOS lo que debe hacer: "David ,ve al baño y cepíllate los dientes por favor". Indicaciones de más de dos instrucciones NO FUNCIONAN en nuestros peques.
Debéis permanecer alejado de vuestro peque y dejar que haga lo que se le indicó. Si lo ha hecho debéis felicitarlo: "Muy bien David". Si pasado más de 30 segundos no ha obedecido, hay que repetir la instrucción nuevamente con total calma.
Como todo proceso, se necesita CONSTANCIA y PACIENCIA sobre todo en las primeras veces pero, os garantizo que más temprano que tarde esta técnica se volverá automática y ¡os funcionará siempre!.
Y ahora os estarás diciendo: muy bien he logrado que me escuche pero, ¿cómo hago para que me respete?:
Bueno, primero que todo, hay que establecer claramente lo límites es decir, como padres debemos definir qué tipos de comportamientos son totalmente inaceptables: pegar, romper cosas, decir palabrotas, etc.
Segundo, tanto el respeto como la comunicación deben ser MUTUA en este sentido, habla con tu peque y explícale por qué su conducta te resulta molesta, por qué es inapropiada, cómo te hace sentir, la consecuencia educativa que genera ese tipo de comportamiento y dale la oportunidad de que él/ella te explique por qué ha reaccionado así, que le preocupa, qué le molesta y cómo se está sintiendo.
Tercero, si los límites que hemos establecido se rompen generarán de forma inmediata una consecuencia educativa. En blogs pasados, os he comentado que las
consecuencias educativas requieren de un esfuerzo por parte de vuestro peque.
Y por último, lo MÁS IMPORTANTE actúa con EJEMPLO. Muchas veces los padres establecemos límites y normas que deben ser cumplidas por nuestros peques pero, nos olvidarnos de cumplirlas nosotros mismos. Te doy un ejemplo: a la hora de comer tu hijo no puede ver tele pero tu comes viendo el móvil, no se pega pero tú lo quieres corregir pegándole, no se dicen palabrotas pero tú en casa las dices, hay que cepillarse los dientes después de comer pero tú no lo haces y así un largo etc.
En el próximo blog os hablaré sobre cuentos infantiles, sus beneficios y mis recomendaciones. No olvidéis dejarme vuestro comentario y de seguirnos en nuestras redes sociales para estar al tanto de promociones, sorteos y lanzamientos. ¡Hasta la próxima!.
¡Amapuches para ti y para tú peque!