Si a vuestro hijo le cuesta concentrarse, debéis seguir una serie de pautas para ayudarlo con este proceso. Normalmente esto le sucede en mayor medida a los niños de alta demanda o con hiperactividad.
Lo primero que tenéis que hacer es dejar que vuestro hijo consuma esas energías extras que trae consigo. Salgan a jugar, montar bicicleta o inclusive caminar. El haber realizado una actividad física (que no lo deje exhausto) prepara el cerebro para aprender.
Luego prepara el lugar donde vuestro hijo debe realizar la actividad: leer, hacer los deberes, estudiar, practicar un proyecto, etc. El ambiente debe ser cómo y práctico, Así como debe estar limpio, ordenado y sobre todo libre de distracciones: sin aparatos móviles, tv, personas conversando, niños jugando, música, animales, etc.
Tercero, prepararen juntos una agenda de las tareas que debe hacer, así vuestro peque sabrá el orden y podrá ir tachando las que vaya completando. Esto le dará ánimo para avanzar y seguir.
Cuarto, debe estar todo listo para realizar la actividad: libros a la mano, material didáctico, guía de estudio, lápices, etc. así evitaréis que se levante continuamente y pierda el interés.
Por último, es importante tomar breves descansos después de unos 20 minutos de haber comenzado la actividad. Permítele ir al baño, beber agua o dar algunos pasos para que se relaje antes de continuar. Esto no incluye ver tv, tablet, móvil, ni jugar.
La concentración es una facultad que requiere de constancia, entrenamiento y paciencia. Una buena alimentación, descanso oportuno y realizar actividades al aire libre, que relajen, ayudan muchísimo con el desarrollo de esta capacidad.
En el próximo blog os comentaré algunas técnicas que podéis aplicar para ayudar a calmar a vuestro hijo en esos momentos de comportamiento explosivo. Animaros a dejarme un comentario acerca de este blog. ¡Hasta la próxima!.
¡Amapuches para ti y para tu peque!